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Miau MarianelaMiau Marianela; **Sepan Cuantos...**
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**En su casa-España-no fue un grande hombre para algunos de sus colegas de la Academia de la Lengua, institución que se opuso por razones políticas, a que se le otorgara el Premio Nobel en 1912.
A ellos, sin más perspectiva que el modesto horizonte casero, y atentos sólo a las riñas domésticas, no les pareció conveniente que se distinguiera a su ilustre contemporáneo con ese galardón. Sin embargo, Galdós tuvo gran éxito en su tiempo, no sólo para el lector ordinario de novelas, sino que lo apreciaron Menéndez Pelayo, Leopoldo Alas **Clarín**, José María Pereda, con los cuales tuvo amistad que no desmintió nunca. Era esa una época en España-dicen Ricardo Gullón y José F. Montesinos-en la que la diferencia de opiniones o ideas no impedía el libre intercambio de las mismas y la admiración y respeto mutuos. Luego la generación del 98 aceptó en parte a Galdós y en parte lo rechazó. El rechazo de esa Generación hacia Galdós era natural, ya que siempre hay un nuevo punto de vista para juzgar el pasado inmediato, sobre todo cuando no se han podido resolver los problemas urgentes; por otro lado, el mundo se ensancha y el lenguaje que se habla es un poco diferente: algo más exquisito, más matizado. La aceptación de Galdós por la Generación del 98 era también inevitable, ya que había bebido en sus escritos y éstos le habían proporcionado una base firme para sus especulaciones: un punto de vista sobre la realidad del siglo XX español, que Galdós pintó admirablemente en sus Episodios Nacionales y en sus novelas. Generaciones posteriores-quizá sobre todo inmediatamente antes y después de la Guerra(1936-1939), reencontraron en Galdós nuevos valores ya no sólo locales, sino que lo situaron por fin en el lugar que le correspondía: entre los grandes novelistas del siglo XIX europeo (entre otros, los hicieron Casalduero, Gullón, Angel del Río, Ruíz Ramón y entre los nuestros Jaime Torres Bodet). La bibliografía sobre Galdós cuenta ya con un apreciable número de títulos, de plumas extranjeras y de habla española, y en suma, a un poco más de cien años de distancia desde que publicó su primera novela (La fontana de oro, 1870)se le ha consagrado como uno de nuestros clásicos en lengua castellana...**, Teresa Silva Tena. ANALISIS DE MIAU. El relato de la novela ocurre en el año de 1878: hay una clara referencia en el capítulo V: las **Miau** concurren a las fiestas públicas que con motivo de la boda real de Mercedes y Alfonso XII se celebraron en Madrid (enero de 1878,0); más tarde van al teatro a escuchar La Africana, función de ópera a la que asistió la pareja real: la reina Mercedes, comentan está muy pálida. La novela se desarrolla pues, en unos meses de la Restauración, que algunos historiadores españoles, o el vulgo, han llamado **los años bobos**. El personaje histórico más predominante de la época era el ministro Cánovas del Castillo, que tendía francamente al conservadurismo, a la contemporarización con los moderados. **La situación de los empleados españoles durante el siglo XIX no era independiente de los partidos, sino que era una situación política-dice Hinterhäuser; permanecía o caía al compás de la circunstancia política dependía incluso del cambio de ministerio. Pero como la **empleomanía** que ya se había desarrollado plenamente en tiempo de los Austria, había llegado a ser en la época de los Episodios problema social predominante, el **hospicio nacional** no podía mantener el enorme número de los **asilados** más que por tandas. Así que el que hoy comía se veía a sí mismo como el hambriento, el **cesante** de mañana; no había lazo moral entre el sujeto, el trabajo y su función, y el más alto y único ideal era este: **Cobrar el primero de cada mes-sin trabajar. La historia de MIAU es la de uno de estos cesantes, no en potencia sino en acto. MARIANELA fue escrita en 1878, diez años antes que MIAU. Es representativa de la manera de un Galdós mucho más joven (vale la pena recordar que sólo contaba entonces treinta y cinco años), y de una época de transición en su forma de apreciar la realidad. El Galdós de Marianela, fascinado por el enorme problema que plantea al hombre la transformación del mundo por la industria y los progresos científicos, trata de situarse ante el dilema que presenta esa rápida conquista de la naturaleza por el hombre. Recurriendo o coincidiendo con la filosofía contiene que predominaba en la época, Galdós se pone resueltamente del lado del positivismo y sacrifica el ideal romántico (imaginación, ensueño, compensaciones a una deficiencia), al tipo realista (del dato, de la demostración y la experiencia), al hombre nuevo que surge en la segunda mitad del siglo XIX. MARIANELA. Perdido. Guiado. Un diálogo que servirá de exposición. La familia de piedra. Trabajo-Paisaje-Figura. Tonterías. Más tonterías. Prosiguen las tonterías. Los golfines. Historia de los hijos del pueblo. El patriarca de Aldeacorba. El doctor Celipín. Entre dos cestas. De cómo la Virgen María se le apareció a la Nela. Los tres. La promesa. Fugitiva y meditabunda. La Nela se decide a partir. Domesticación. El nuevo mundo. Los ojos matan. ¡Adiós!
APA
Pérez Galdós, Benito. (1998). Miau MarianelaMiau Marianela; **Sepan Cuantos...** (17a.ed. ed.). Porrúa.
Detalles
- Ubicación:Colección general - 863 - P438m
- Edición:17a.ed.
- Ciudad:México, D. F.
- Fecha Publicación1998
- Editorial:Porrúa
- Temas:LITERATURA ESPAÑOLA.
- ISBN:9700700682
Inventarios
Inventario | Cooperante | Estado | |
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1 | 0006147 | Asamblea | Disponible |